31/1/13

BALDOSA 478: BÁGOAS

E hoxe, un pouco de poesía.Un dos meus poemas preferidos, escrito por Lord Byron.


The Tear


When Friendship or Love our sympathies move,
   When Truth, in a glance, should appear,
The lips may beguile with a dimple or smile,
   But the test of affection's a Tear:

Too oft is a smile but the hypocrite's wile,
   To mask detestation, or fear;
Give me the soft sigh, whilst the soultelling eye
   Is dimm'd, for a time, with a Tear:

Mild Charity's glow, to us mortals below,
   Shows the soul from barbarity clear;
Compassion will melt, where this virtue is felt,
   And its dew is diffused in a Tear:

The man, doom'd to sail with the blast of the gale,
   Through billows Atlantic to steer,
As he bends o'er the wave which may soon be his grave,
   The green sparkles bright with a Tear;

The Soldier braves death for a fanciful wreath
   In Glory's romantic career;
But he raises the foe when in battle laid low,
   And bathes every wound with a Tear.

If, with high-bounding pride he return to his bride!
   Renouncing the gore-crimson'd spear;
All his toils are repaid when, embracing the maid,
   From her eyelid he kisses the Tear.

Sweet scene of my youth! seat of Friendship and Truth,
   Where Love chas'd each fast-fleeting year
Loth to leave thee, I mourn'd, for a last look I turn'd,
   But thy spire was scarce seen through a Tear:

Though my vows I can pour, to my Mary no more,
   My Mary, to Love once so dear,
In the shade of her bow'r I remember the hour,
   She rewarded those vows with a Tear.

By another possest, may she live ever blest!
   Her name still my heart must revere:
With a sigh I resign what I once thought was mine,
   And forgive her deceit with a Tear.

Ye friends of my heart, ere from you I depart,
   This hope to my breast is most near:
If again we shall meet in this rural retreat,
   May we meet, as we part, with a Tear.

When my soul wings her flight to the regions of night,
   And my corse shall recline on its bier;
As ye pass by the tomb where my ashes consume,
   Oh! moisten their dust with a Tear.

May no marble bestow the splendour of woe
   Which the children of vanity rear;
No fiction of fame shall blazon my name.
   All I ask – all I wish – is a Tear.


La lágrima

Cuando el amor o la amistad debieran
el alma a la ternura,
y ésta debiera aparecer sincera
en los ojos,
podrán los labios engañar fingiendo
una sonrisa seductora y falsa;
pero la prueba de emoción se muestra
en una lágrima.

Una sonrisa puede ser
un artificio que el temor encarna;
con ella puede revestirse el odio
que nos engaña;
mas yo prefiero para mí un suspiro
cuando los ojos, expresión del alma,
se oscurece por un momento
con una lágrima.

El hombre surca el desconocido Océano
con el hálito del viento que lo arrastra,
entre olas bramadoras que se alzan;
se inclina,
y en las olas tempestuosas
que terribles sobre su nave avanzan,
mira el abismo, y en sus aguas turbias
mezcla una lágrima.

En la carrera de la noble gloria,
el valiente capitán se afana
por ganar con su muerte una corona
en las batallas;
pero levanta al que postró en el suelo
y sus heridas piadoso baña,
una por una, en el sangriento campo,
con una lágrima.

Y cuando vuelve, henchido de ese orgullo
que hace latir el pecho que avasalla;
cuando teñida en enemiga sangre
cuelga su espada,
la recompensan todas sus fatigas
al abrazar a su consorte amada,
al darle un beso en sus mejillas húmedas
con una lágrima.

Dulce mansión de mi niñez perdida,
donde la sinceridad y la amistad gozaba;
donde en medio del amor vi deslizarse
las horas rápidas;
yo te dejé con un hondo sentimiento,
volví hacia ti mis últimas miradas,
y apenas puede percibir tus torres
detrás una lágrima.

Aunque no puedo repetir, como antes,
mi juramento a mi María adorada,
a la que fuera en otro tiempo
el fuego del alma,
recuerdo los felices días
en que, aún infantes, tanto me amaba,
cuando ella respondía a mis promesas
con una sencilla lágrima.

¿En otros brazos puede ser dichosa?
¿Conserva el recuerdo de su edad pasada?
Mi corazón respetará ese nombre
que tanto amaba.
Y así dije adiós a mi esperanza loca,
siempre, con una lágrima.

Cuando el imperio de la noche eterna
reclame para siempre mi alma;
cuando mi cuerpo exánime repose
bajo una lápida,
si por ventura os acercáis un día
donde mi triste sepultura se halla,
humedeced apenas mis cenizas
con una lágrima.

Yo no ambiciono el mármol, monumento
que la vanidad levanta;
manto suntuoso con que el necio orgullo
cubre su nada;
no darán sus emblemas a mi nombre
el falso orgullo ni la gloria vana;
lo que yo quiero, lo único que pido,
es una lágrima.